Hebreos 11:8-19 “La Naturaleza de la fe”

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Introducción

Vamos esta mañana a avanzar a través de la epístola a los Hebreos. Recordemos que esta epístola-sermón fue escrita principalmente para animar a los creyentes hebreos a no abandonar la fe para regresar al judaísmo.
El Espíritu preservó este texto para animarnos también a nosotros hoy a continuar creyendo en Cristo.
El método que el autor, inspirado por Dios, usó para estimularnos a la fe es recordarnos cómo Jesús es mejor. ¿Qué podríamos escoger mejor que Jesús?
Él es el eterno Hijo de Dios, todo lo que podemos conocer de Dios lo tenemos en Él.
Él es la palabra final y completa de Dios, Él es a quien señalaban los profetas, reyes y sacerdotes de Israel.
Por lo tanto, es mejor que Moisés, que Aarón y que todos los sacrificios que le anticiparon.
Él es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Abandonar a Jesús es perderlo todo; no creer en Él es permanecer bajo la ira de Dios, con la única esperanza de un juicio eterno que ha de consumir a los adversarios de Dios.
Como pecadores, debemos saber que solo Jesús puede redimirnos de nuestros pecados. Debemos temer a la ira de Dios y refugiarnos en Cristo, además debemos confiar en Dios y atesorar a Cristo y sus promesas.
Esto es lo que hemos estado viendo en Hebreos.
Ahora, en el capítulo 11, el autor nos muestra cómo la fe en el Hijo de Dios, en el Mesías, fue siempre la esperanza de Israel en el Antiguo Testamento, la fue siempre fue el medio de salvación que Dios les dio a ellos para la salvación y preservación de sus almas.
Vimos el ejemplo de Abel que puso su esperanza en el sacrificio que vendría. Vimos el ejemplo de Enoc, que por la fe caminó con Dios y fue justificado por su esperanza en el Mesías de Génesis 3:15; además, fue traspuesto para morar eternamente en la presencia de Dios sin morir. Vimos la fe de Noé, que por la fe en la promesa fue hallado justo y fue rescatado del juicio universal que Dios trajo sobre la tierra con el diluvio. Por medio de estos ejemplos, hemos aprendido cómo la fe es la certeza de lo que esperamos y la convicción de lo que no vemos.
Esta mañana, nuestro autor pone delante de nosotros otro ejemplo: el de Abraham, a quien la Biblia llama amigo de Dios y padre de la fe. No es por nada que su testimonio de fe ocupa más versículos que el resto de los creyentes. En Abraham tenemos la fe que justifica, como vimos en Abel; el camino de la fe, como consideramos en el ejemplo de Enoc; y la obra de la fe, como vimos en la vida de Noé. Veremos también esta mañana cómo su testimonio revela de una manera gloriosa la naturaleza de la fe que salva.
Mientras consideramos la naturaleza de la fe esta mañana —su origen, su respuesta ante los desafíos, su perseverancia y su permanencia— espero que puedas agradecer a Dios por haberte concedido este precioso don. Y si no lo tienes, ruego a Dios que hoy brote fe en el corazón de todos los que nos acompañan.
Veremos, pues, en la naturaleza de la fe, cuatro razones para estar agradecidos con Dios y motivados a seguir confiando en Él.
Leamos juntos la palabra de Dios en Hebreos 11:8-19.
El llamado de Abraham lo podemos leer en Genesis 12:1-4 ocurrió luego de que la descendencia de Noe se revelo contra Dios en Sinar:
En lugar de llenar la tierra y sojuzgarla quisieron hacer una ciudad para habitar todos allí y hacerse a un nombre. Ciudad
En lugar de vivir para la gloria de Dios, levantaron una torre, un zigurat para rendir culto a los dioses que se crearon para si olvidándose de Dios y de la promesa del mesías. Templo
Procurando ser bendecidos por sus dioses en el intento que tenían, Dios descendió e hizo que cada uno hablara lenguas diferentes y así nacieron los idiomas. Esto los forzó para que se dispersaran sobre la tierra y aquí nació el paganismo. Todos los hombres ahora están alejados de Dios, sin esperanza, bajo el juicio de Dios, fueron entregados a su malos caminos.
Es de esta masa de hombres impíos que Dios llama a Abraham. Y en la historia de su llamado vemos como Dios le dio por gracia lo que los hombres buscaron en Babel, su bendición, su presencia y una ciudad. Abraham no busco estas cosas, DIOS QUISO DARSELAS.
Muchos Judíos se gloriaban de que que Abraham fuera su padre, exaltando sus virtudes, pero en todo el antiguo testamento Dios le recuerda a Israel que su padre fue un pagano a quien Dios escogió y llamo eficazmente por pura gracia.
Isaías 51:1 NBLA
«Escúchenme, ustedes que siguen la justicia, Los que buscan al Señor. Miren la roca de donde fueron tallados, Y la cantera de donde fueron extraídos.
Josué 24:2–3 NBLA
Y Josué dijo a todo el pueblo: «Así dice el Señor, Dios de Israel: “Al otro lado del Río habitaban antiguamente los padres de ustedes, es decir, Taré, padre de Abraham y de Nacor, y servían a otros dioses. ”Entonces tomé a Abraham, padre de ustedes, del otro lado del río y lo guié por toda la tierra de Canaán, multipliqué su descendencia y le di a Isaac.
Esto nos lleva a nuestro primer punto:

1. El origen de la fe (Hebreos 11:8)

Era imposible que Abraham pudiese tener fe, él estaba muerto en sus delitos y pecados, era un idolatra con toda su familia, vivía en una región prospera, pujante y pagana. A sus 70 años nadie le convencería de que era un pecador, necesitado de gracia y menos que confiara en la simiente de la mujer que vendría a redimir a los pecadores de la justa ira de Dios de la cual seguramente había escuchado por tradición oral.
Lo que hizo que brotara fe en Abraham, fue que Dios se reveló a él en medio de su profunda oscuridad:
Hechos de los Apóstoles 7:2 NBLA
Esteban respondió: «Escúchenme, hermanos y padres. El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán,
Dios le llamo de la tinieblas a la luz. Esta revelación de Dios, este llamado divino fue lo que llamamos en teología: El llamamiento Eficaz.
En la biblia es claro que muchos son llamados por la palabra de Dios a la fe, muchos son los llamados dice Mateo 20:16, pero pocos son los escogidos de Dios que responden al llamado y es solo ellos que este llamado es eficaz. Cuando Dios llama Eficazmente, esto es lo que ocurre:
Juan 10:22–29 NBLA
En esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomón. Entonces los judíos lo rodearon, y le decían: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si Tú eres el Cristo, dínoslo claramente» Jesús les respondió: «Se lo he dicho a ustedes y no creen; las obras que Yo hago en el nombre de Mi Padre, estas dan testimonio de Mí. »Pero ustedes no creen porque no son de Mis ovejas. »Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. »Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. »Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre.
Abraham fue llamado eficazmente porque era un escogido de Dios, era una oveja de Cristo, es uno por quien Cristo vendría a morir.
Amado hermano, si tienes fe en Jesucristo, es por la elección de Dios:
Efesios 2:1 NBLA
Y Él les dio vida a ustedes, que estaban muertos en sus delitos y pecados,
Como Abraham estábamos muertos, éramos por naturaleza hijos de ira, esclavos del pecado. Compartimos con Abraham el mismo principio de vida, por causa del llamado de Dios creímos. Al igual que Abraham fuimos llamados de las tinieblas a la luz por el poder del evangelio, por que a Dios le plació revelarse a nosotros por medio de su hijo.
En el caso de Abraham, Dios escogió revelarse a El y elegirlo como el padre de la iglesia, es creyendo en el Dios que se reveló a Abraham y en la promesa de su simiente que somos bendecidos y redimidos.
No hay salvación sino en el Dios de Abraham y creyendo en la simiente que Dios prometio traer bendecir a las familias de la tierra. Todos los creyentes de todos los tiempos, son pues los hijos que Dios prometio a Abraham cuando fue llamado.
Gálatas 3:29 NBLA
Y si ustedes son de Cristo, entonces son descendencia de Abraham, herederos según la promesa.
Haz descansado en el Dios de Abraham, confías en el Dios de la biblia, confías en su hijo que nació de la simiente de Abraham? Ruego a Dios que te regale el don de la fe para poner toda tu confianza en él y asi seas justificado como lo fue Abraham:
Génesis 15:6 NBLA
Y Abram creyó en el Señor, y Él se lo reconoció por justicia.
La fe tiene origen en Dios. Dios es su autor. Y habiendo sido la fe implantada por Dios, este don nunca puede perderse. La historia de Abraham ilustra esto de manera sorprendente.
Efesios 2:8 NBLA
Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios;

2. La respuesta de la fe antes los desafíos del llamado de Dios (Hebreos 11:8-10)

En nuestro texto dice que por la fe, Abraham obedeció siendo llamado o al ser llamado o mientras estaba siendo llamado. La fe engendrada por Dios responde inmediatamente al llamado de Dios. La fe siempre procede con arrepentimiento y fe, hecha mano de los medios de gracia dispuestos por Dios para salvar a sus escogidos.
Una vez Dios le llama, Abraham salió sin preguntar donde o como era el lugar que Dios le había prometido como herencia temporal y como una figura de la ciudad de Dios. Y cuando llega a la tierra, se queda en ella como un extranjero, nunca pudo atesorarla como suya, solo compro un campo para morir allí. Ni Abraham, ni sus hijos Isaac y Jacob pudieron poseer la tierra de Canaán, solo peregrinaron a travez de ella, esperando el tiempo de Dios. Que de hecho Dios le revela a Abraham mas tarde que serian por lo menos unos 400 años luego de que la maldad madurara aun mas en ese lugar.
Por la fe habito en tiendas, dejando la seguridad de una ciudad como Hur de los caldeos. Que pensarían los vecinos de Abraham mientras el salía con su familia y con todo lo que tenía a un lugar incierto al occidente. Salía para transitar por ciudades llenas de pueblos crueles que abusaban de los peregrinos, por caminos atestados de ladrones y asesinos. Esos eran tiempos muy peligrosos y crueles. Uno tiene que leer lo que los habitantes de Sodoma querían hacerle a los visitantes o ángeles que fueron enviados por Dios a la casa de LOT.
El llamado de Dios para Abraham tenia muchos desafíos, que Abraham simplemente nunca considero. Su fe le impulso a salir y a abandonar toda seguridad y comodidad y embarcarse hacia lo desconocido.
El sabia que Dios se encargaría de todo, esto es la fe sobrenatural que Dios pone en nuestros corazones. Abraham lo dejo todo resuelto a no regresar nunca mas al lugar de donde salió. Volver atrás habría sido invertir el principio de la fe y dar la espalda a la esperanza que se le había ofrecido.
Aunque sufrió toda clase de adversidades en el camino, Abraham nunca pensó en regresar y la razón era porque tenia su mirada mas allá de la tierra que se le prometio como herencia, el vio esta tierra como un anticipo de aquel lugar al que ascendió Enoc. A la ciudad cuyo constructor y arquitecto es Dios.
Es todo un desafío para nosotros cuando Dios nos llama hoy por medio de la predicación del evangelio.
Lucas 14:26–27 NBLA
«Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo. »El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser Mi discípulo.
El llamo de Dios involucra dejar todo lo que nos ata a la vida de impiedad que llevábamos y esto muchas veces tiene que ver con:
alejarse de la vida pecaminosa e idolatra que lleva nuestra familia
abandonar relaciones pecaminosas por el bien de nuestro corazón.
asociarse con aquellos que invocan el nombre del Señor.
Este llamado involucra críticas, persecuciones:
1 Pedro 4:3–4 NBLA
Porque el tiempo ya pasado les es suficiente para haber hecho lo que agrada a los gentiles, habiendo andado en sensualidad, lujurias, borracheras, orgías, embriagueces, y abominables idolatrías. Y en todo esto, se sorprenden de que ustedes no corren con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y los insultan.
Implica abandonar algunas practicas que nos alejan del Señor y de su casa de oración, abandonar hobies, deportes, profesiones pecaminosas etc>
1 Juan 2:15 NBLA
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Ahora, para alguien que tiene una fe sobrenatural dada por Dios, esto no es un sacrificio, es libertad>
Gálatas 6:14 NBLA
Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
Esta libertad de sabernos del Señor es lo que nos motiva a considerarnos peregrinos y buscar las cosas de arriba:
Colosenses 3:1–4 NBLA
Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pongan la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces ustedes también serán manifestados con Él en gloria.
Dice Pink: La figura del "peregrino" aplicada al cristiano es igualmente sugerente. Al ir de un lugar a otro, nunca se siente en casa. Se encuentra muy solo, pues pocos son los que recorren su camino. Los que encuentra lo animan muy poco, porque lo consideran raro. Es muy agradecido por cualquier amabilidad que se le muestre: consciente de su dependencia de la Providencia, está agradecido siempre que Dios le concede favor a los ojos de los malvados. No lleva consigo nada más que lo que considera útil para su viaje: todo lo superfluo lo considera un estorbo. No se detiene a contemplar las vanidades que le rodean. Nunca piensa en retroceder a causa de las dificultades del camino: tiene una meta definida a la vista, y hacia ella avanza con firmeza.
A pesar de que nunca hemos visto las cosas de arriba, tenemos la certeza de que estamos caminando y nos estamos preparando para estas cosas eternas, para la ciudad de Dios descrita por Juan en Apocalipsis 21.
Dice Hugues: Por la fe, Abrahám aprendió a mirar más allá de esta fugaz escena presente, hacia las bendiciones eternas e invisibles que Dios ha preparado para los que le aman (1 Cor. 2:9) y a considerar los sufrimientos de este tiempo presente como indignos de comparación con la gloria que le iba a ser revelada (Rom. 8:18).
Esta misma es la esperanza de todos los creyentes en A.T. Vr. 13-16… todos ellos por su fe vivieron como peregrinos y Dios no se vergüenza de ellos…. noten que estos hombres de fe siguen vivos, Dios no se vergüenza hoy de ellos y siguen esperando la consumación que juntos heredaremos. Noten que Dios les ha preparado una ciudad, una ciudad real, que, como ya se nos ha advertido (v. 10), tiene cimientos.
Vivir con la mira en las cosas del cielo es una experiencia santificadora:
1 Juan 3:2–3 NBLA
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos como Él es. Y todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica, así como Él es puro.
Esta es la fe que tiene su origen, responde ante los desafíos con obediencia y con esperanza en la consumación del plan de Dios. Ahora vemos:
3. La perseverancia de la fe.
La fe de Abraham no se debilitó con el tempo, tuvo que esperar mas de 20 años para ver nacer al hijo prometido del cual vendría una nación. Esto implica que a sus 90 años su cuerpo estaba como muerto para procrear, pero aun así creyo en Dios:
Romanos 4:18–19 NBLA
Abraham creyó en esperanza contra esperanza, a fin de llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia». Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y también la esterilidad de la matriz de Sara.
Esta traducción nos ayuda a entender mejor que el autor sigue hablando de la fe Abraham:
Hebreos 11:11 BTX IV
Por fe (a pesar de la esterilidad de Sara), recibió vigor para engendrar simiente aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que quien había prometido era fiel.
El confió en que Dios puede hacer lo que humanamente no se puede hacer. La fe que Dios nos da es perseverante, no dejamos de creer por las circusntancias o la imposibilidad.
Es lo que hace que alguien siga siendo pastor, o que siga enseñando a sus hijos todo el consejo de Dios, o evangelizando a su familia en todo tiempo o buscando a los perdidos. Es una fe que creee en lo imposible. Somos insuficientes para servir a Dios y hacer las obras de Dios, como lo fue Abraham para esperar tener un hijo con una esposa esteril.
2 Corintios 2:14–16 NBLA
Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo, y que por medio de nosotros manifiesta la fragancia de Su conocimiento en todo lugar. Porque fragante aroma de Cristo somos para Dios entre los que se salvan y entre los que se pierden. Para unos, olor de muerte para muerte, y para otros, olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién está capacitado?
Finalmente, la fe que se origina en Dios, no solo responde con obediencia y esperanza a los desafios presentes y persevera ante las adversidades, sino que también
4. La fe es permanente (Hebreos 11:17-19)
Con permanente, me refiero a que no es una estrella fugaz que de deteriora, sino que brilla permanentemente con fulgor hasta el final. Es como el oro, nunca se deprecia en esta vida terrenal hasta que veamos con los ojos aquellos que esperamos.
1 Pedro 1:7 NBLA
para que la prueba de la fe de ustedes, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo;
Por esta razón, la fe resiste la prueba. Y en el caso de Abraham, que prueba tan grande resistió.
Para el tiempo de Abraham, Todo el mundo sabía sobre el sacrificio, todo el mundo entendía que estaba en una relación con Dios por fe, todo el mundo entendía que eran pecadores, que tenía que haber un sacrificio, expiación, propiciación por sus pecados. Todo el mundo lo sabía. Lo sabían. ¿Pero sacrificar a Isaac, el heredero a través del cual se cumplirían todas las promesas? ¿Cómo vas a tener descendientes como la arena y el mar si matas al heredero a través del cual todos vendrán?
Abraham no se pregunto esto. El pensó, si Dios me los esta pidiendo, entonces mi hijo va a resucitar, porque Dios no miente. Así de confiado estaba en la promesa de Dios.
Génesis 22:5 NBLA
Entonces Abraham dijo a sus criados: «Quédense aquí con el asno. Yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a ustedes»
Hebreos 11:19 NBLA
Él consideró que Dios era poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde también, en sentido figurado, lo volvió a recibir.
Esa es la fe de Abraham. Consideró que Dios era capaz de resucitar a las personas, incluso de entre los muertos, de los que también recibió a su hijo como un tipo de Cristo, quién puso su vida en el altar en el monte Moriah siglos mas tarde y regresó de entre los muertos. Solo Cristo murió realmente. Isaac no murió. En Jesús, vemos la consumación de la promesa hecha a Abraham, y cómo el Padre no escatimó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros (Romanos 8:32).
Abraham sabía que la ley de Dios prohíbe a un hombre matar a su hijo, o matar a cualquier persona. También sabía que Dios odiaba el sacrificio humano y que siempre se ofrecí un animal. Génesis 9:6
Dice Pink> Abrahán sabía que Dios es totalmente santo, justo y amoroso, y que no puede faltar a la verdad consigo mismo; y comprendió que no le correspondía a él, criatura pecadora y finita, cuestionar la palabra de su Creador infinito, es más, que cuestionar la palabra de Dios es cuestionar la bondad de Dios.
La fe de Abraham paso esta prueba que demando su máximo sacrificio, su ultimo sacrificio, todo lo que tenía Su único hijo.
Al ofrecerlo, dijo> ”Aunque Él me mate, confiaré en Él". Aunque me pide que me lleve a mi hijo, ¿confiaré en Él? Esa es la vida de fe modelada por Abraham.
Y si hoy crees en Dios, tu fe será probada, cuando esto pase vas a ver que no hay nada que puedas negar a Dios. La que que el nos ha dado es permanece hasta el fin por el poder omnipotente del Dios que la hizo germinar en nuestros corazones.
Oremos
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